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Paola

¿Se Acerca el Fin de Nuestra Civilización?

Photo by Hamid Tajik on Pexels.com

Día tras día estallan noticias que me hacen pensar que estamos a punto del colapso. Y lo digo en el literal sentido de la palabra. El descontento civil a nivel mundial acerca de fenómenos bastante coordinados como el “cambio climático” y la agenda de la “igualdad” sólo por mencionar algunos, nos están arrojando a un espiral sin fondo.

Hace ya varios meses, y no precisamente desde que inició la misteriosa guerra de Ucrania con Rusia, se venía hablando de las distintas crisis que iban a acontecer en el mundo gracias a la “pandemia”. Y cuando la gente creía que lo había visto todo y ante una taza de vacunación del casi 80% en la mayoría de los países del occidente y asiáticos, todo el mundo veía con ilusión el regreso a la “normalidad”; pecamos de ingenuos, cuando apenas saliendo de la variante Omicron nos volvimos a meter en la burbuja de la distopia… guerra, crisis energética, viruela de mono, cambio climático…

A partir de la pandemia, se están dando muchos cambios a nivel mundial, demasiado rápido. Estados Unidos sufre de una gran crisis de identidad; si es verdad que siempre ha sido un país muy politizado, nunca se había visto tanto fanatismo, tanto caos y tanta violencia. Las ideologías extremas de izquierda están causando un colapso en la sociedad sin precedentes: el desfinanciamiento de la policía, el incremento de gente viviendo en las calles a causa de drogadicción, la violencia incontrolable y robos a plena luz del día- en ciudades que alguna vez fueron idílicas como L.A, Nueva York, e incluso hasta en las más pequeñas y pacíficas como Asheville en Carolina del Norte. Las famosas leyes del órden que alguna vez hicieron de Estados Unidos un país atractivo, próspero y civilizado, vaya, la potencia del primer mundo- ahora brillan por su ausencia.

Tal vez pienses que es un problema de Estados Unidos solamente, pero curiosamente, se están dando fenómenos muy parecidos en Europa: gentrificación masiva de diversas etnias- en su mayoría hombres jóvenes sin sus familias- pertenecientes de África del Norte y del Medio Oriente en ciudades clave como Barcelona, o Roma, han hecho perder el encanto que las caracterizaba apenas hace un par de años y se han convertido en un centro de riñas y bandalismo. ¿París? Ni los mismos parisinos se atreven ya a salir de noche en zonas no turísticas. ¿Suecia? Te sorprenderá saber que el bello país nórdico ahora se encuentra entre los países con los índices más altos de criminalidad en toda Europa, gracias a que en años anteriores Suecia abrió las puertas a toda clase de inmigrantes sin ningún tipo de restricción.

Si ponemos atención a lo que pasa en el mundo, esta batalla contra los fundamentos más esenciales de la civilización, como la familia, el órden, las leyes soberanas y la moral, las estamos perdiendo porque las élites que realmente gobiernan el mundo, nos controlan mejor entre más nos dividen. Divide et impera. Y las crisis son la excusa perfecta para dividirnos hasta perder totalmente el sentido común el cual rige las leyes más básicas de la vida y la naturaleza.

Teniendo a los grandes medios de comunicación como cómplices, nos venden una imagen de la realidad distorsionada. Nos dicen que sin el gas de Rusia no es posible tener una vida normal de nuevo. Que el feminismo es más importante que formar una familia; que el aborto es un derecho y no un crimen; que está bien ser un perdedor y que no existen jerarquías de competencia porque “todos somos ganadores”; que no hay dos géneros si no que el cielo es el límite y puedes ser lo que quieras- elefante, hormiga, unicornio, lo que sea; que la naturaleza y el aire puro es más peligroso que respirar químicos tóxicos y aire reciclado todo el día con una mascarilla puesta; la lista es larga y entre más ahondamos en detalles más siniestro se vuelve.

Los precios del gas en Alemania se han disparado de tal forma que ahora en pleno invierno los alemanes, entre otros europeos, tendrán que racionalizar el uso de la calefacción y del agua caliente. Alemania tiene cerca de seis plantas nucleares que mantiene cerradas- ¿Porqué mantenerlas cerradas cuando se avecina esta gran crisis de suministro de energía?

Vladimir Putin dijo en una conferencia de prensa que curiosamente no fue transmitida en los canales oficiales de noticias, que la línea Nordstrom 2 que suministra gas a Europa está lista para ser abierta en cualquier momento, pero que es el gobierno de la Unión Europea la que se niega a ceder. Es claro, que para los politiquillos de la Unión Europea es más importante mantener el “apoyo moral” a Zelensky, mandándole billones de dólares y armas en apoyo para “combatir la guerra”, aunque eso resulte en sacrificar el bienestar de sus ciudadanos durante los duros meses de invierno. Tiene sentido ¿No?

En menos de 6 meses, han renunciado importantes piezas del gobierno de la Unión Europea como Boris Johnson en Reino Unido, Mario Draghi en Italia, Henk Staghouwer como secretario de agricultura en Holanda, entre otros. Y ahora la muerte de la Reina Isabel II y el inminente asenso al trono de Carlos III, dos días después de anunciar a la nueva primer ministro de Reino Unido, Liz Truss, son acontecimientos que parecieran ser cortinas de humo para distraernos de cosas más serias y profundas. Hacía muchos años que Europa no sufría una inestabilidad económica, política y social tan fuerte como la que se está dando en estos momentos. La inflación este mes en Europa del Este ha alcanzado hasta el 20% en promedio en países como Estonia o Lituania. Mientras que España, Portugal, Alemania, Francia e Italia se mantienen entre el 8 y 9 % la peor inflación desde la Segunda Guerra Mundial.

Misteriosos “cambios climáticos” de sequía intensa en verano, seguidas por las amenazas de un muy frío invierno sin energía. Si observas el cielo, te das cuenta que algo no es normal: numerosas estelas de gas adornan los cielos y han reemplazados muchas veces a las nubes- ¿Porqué nos están fumigando?

Grandes protestas cada fin de semana en las principales ciudades de Europa. Contra la subida de precios de alimentos básicos, contra subida de precios del gas, contra sanciones irracionales de uso de fertilizantes básicos como el nitrógeno para mantener los niveles óptimos de producción en agricultura. La demonización del consumo de carne, la cual está más que comprobado que es vital consumirla para la salud humana- y el reemplazo por bichos que en realidad nunca fueron aptos para el consumo humano. De ser así, nuestros ancestros lo hubiesen hecho ya milenios atrás.

Aumento de muertes “inexplicables” de personas, con España y Portugal a la cabeza de las estadísticas y curiosamente son los países “más vacunados”. Misteriosos aumentos de problemas cardiacos, miocarditis, derrames cerebrales y multitrombosis; tristemente muchas familias han sufrido la pérdida de alguien, u observado cómo la salud de nuestros seres queridos se deteriora de forma “inexplicable” en especial del 2021 a la fecha.

El ataque contra los niños y contra el núcleo familiar es visible hasta para el más tonto. Con reformas educativas que pretenden confundirles hasta de su más básica humanidad: la definición de género, el feminismo, el ataque contra los hombres, el ataque hacia formar familias normales, heterosexuales y tradicionales en pro del “progreso”. Hasta en países “machistas” como México ya se habla sobre la “igualdad de género” y la importancia de que los hombres también puedan usar faldas, para que no se sientan discriminados.

Ya ni las personas mayores se escapan. En el 2021 la Organización Mundial de la salud declaró la vejez como una enfermedad… así es, y por tanto la práctica de la eutanasia se comienza a legalizar en países europeos al venderse como algo justificable para “curarse” de esta enfermedad…

¿En qué mundo de locos estamos viviendo?

Los ataques son múltiples, en todos los niveles y por todas las áreas inimaginables- pero ante todo es una guerra psicológica, una guerra contra nuestras almas, contra nuestra humanidad y nuestras soberanías.

¿La civilización se puede colapsar? No sería la primera vez, pero tal vez esta es nuestra última oportunidad…¿Qué más debe pasar para que abramos los ojos y hagamos algo al respecto?

¿En el 2030 no tendremos nada, pero seremos felices?

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